No hace mucho hablamos del videojuego de Desaparecido en combate con Chuck Norris, aquel juego inédito para la Atari. En dicho artículo se mencionaba que la Cannon, la productora de la misma cinta que protagonizo Chuck Norris, no disponía de mucho merchandising. Y en el mundo del videojuego disponía de pocos títulos (como el de Cobra o Masters del Universo), pero hoy dejaremos tranquilo a Stallone o a Dolph Lungren para hablar de uno de los filmes protagonizado por el bigotudo Charles Bronson. En esta ocasión es el turno de la tercera entrega de Death Wish (conocida en nuestro país como El justiciero de la noche) y su adaptación al mundo de los videojuegos que llegó a los ordenadores de los 80 como Spectrum, Amstrad o MSX entre otros.

 LA SAGA

Death wish

 

En 1974 se estrenó en los cines El justiciero de la ciudad (El vengador anónimo en Latinoamérica) de Michael Winner, basada en la novela Death Wish de Brian Garfield. El filme causo revuelo por su nivel de violencia donde ya un talludito Charles Bronson (que ya contaba 53 años) era Paul Kersey.      

 

 

Death wish

  Un arquitecto de Nueva York, que goza de buena reputación, además de ser pacifista. Pero tras el brutal ataque a su esposa e hija por parte de unos macarras (entre ellos Jeff Goldblum), decide cambiar de postura y convertirse en un vigilante para mantener a raya a los maleantes.      

Yo soy la justicia

No fue hasta 1982 cuando volvimos a tener más sangrientas aventuras de Paul Kersey, con su tardía secuela Yo soy la justicia de nuevo dirigida por Michael Winner bajo la producción de la Cannon. Ahora viviendo en Los Angeles, la familia de Kersey era de nuevo víctima de un brutal ataque por parte de unos pandilleros (uno de ellos es un jovencísimo Laurence Fishburne), con lo que nuestro héroe tendría que volver a tomar las armas. Sorprende que la banda sonora estuviera compuesta por Jimmy Page, el grandísimo guitarrista de los Led Zeppelin.   El filme funcionó en taquilla creando de nuevo controversia, acerca de la violencia gratuita  que contenía la cinta (para muchos críticos de la época). Yoram Globus y Menahem Golan estaban tan contentos que dieron el visto bueno a más secuelas y en 1985 se estrenó en cines, El justiciero de la noche. De nuevo Winner en la dirección, Bronson regresando como Paul Kersey e incluso Page en la composición de la banda sonora.

death wish 3

En esta tercera entrega, Paul Kersey regresaba a Nueva York tras la llamada de un viejo amigo. Este era asesinado por una banda de maleantes, que se han adueñado del barrio en el área de Suter y Belmont. Kersey al ver la inutilidad de policía del lugar, decide que ya va siendo hora de desempolvar su pistola.Sin duda lo más llamativo del filme es su clímax final, donde Kersey cuenta con un variado arsenal de armas (desde una ametralladora pesada hasta un lanza misiles) para acabar con los villanos por las calles del barrio como si se tratará de un safari, ante el apoyo incondicional de los vecinos. En el apartado de curiosidades, el filme se rodó en Londres a pesar que la historia se ubica en Nueva York, para abaratar costes. Entre su reparto aparece Alex Winter, otro de esos actores tan de videoclub, visto en filmes como Jóvenes ocultos o protagonizar junto a Keanu Reeves, Las aventuras de Bill y Ted. De nuevo la crítica se cebó en ella, por el alto contenido de violencia, también hay una escena de violación bastante explícita. Todo esto hizo que se llegará a prohibir en algunos países de Europa. Además durante su estreno, apareció en las calles de Nueva York un vigilante de verdad llamado Bernhard Goezt

 

las aventuras de Kersey continuaron en dos secuelas más con Yo soy la justicia 2 (1987) y El rosto de la muerte (1994)

 

 

 

Un bigote digitalizado

Un año después del estreno del filme, la compañía Gremlin es la encargada de adaptarla para llevarla a las pantallas de 8 bits con un juego de acción sencillo pero cargado de violencia, pero el jugador muy agradecido sabrá apreciar. Los encargados de realizar tal título fueron Shaun Hollingworth, Peter M. Harrap, Marcos Duroe, Steven Kerry, Chris Kerry y Ben Dalglish, el mismo equipo que hizo juegos como Mask, Tecnocop o The Way Of The Tiger. Nosotros somos Kersey y nuestra misión es eliminar a los jefazos de diferentes bandas de pandilleros. Para ello contaremos con un amplio arsenal, que va desde la simple pistola, la escopeta de cañones recortados, una metralleta o incluso un bazoka. Nuestro personaje recorrerás las calles y edificios, para acabar con los maleantes, tendremos a nuestra disposición un mapa que nos servirá para buscar a los jefazos y las armas. Mientras que tendremos un nivel de daños, un recuadro donde aparecen los daños causados en nuestro chaleco antibalas y otro donde nos indica el arma que usamos en ese momento y la munición que disponemos. El juego para su época ya tiene cosas que lo hacen realmente llamativo, es una especie de “abuelito” de títulos de los que disfrutamos hoy en día como GTA. Para empezar el nivel de violencia donde podemos convertir en añicos a nuestros enemigos a base de bazokazos o hacer que ciertos fiambres “bailen” cuando usamos nuestra metralleta.

Por si fuera poco, las calles no solo hay macarras y pandilleros (donde hay una gran variedad de enemigos), sino también ancianitas (las cuales serán víctimas de robos pero alguna se sabrán defender), chicas de vida alegre o policías con lo que habrá que tener cierto cuidado a la hora de disparar, ya que si eliminamos a gente que no se lo merece, la policía irá tras nosotros para darnos nuestro merecido.

Además tenemos la posibilidad de entrar dentro de algunos de los edificios del mapeado, donde siempre se esconden los jefes de turno. También podremos destrozar algo el mobiliario como sillas y mesas.

Por si no fuera suficiente, si nos acercamos a una ventana pasaremos al modo francotirador y podremos eliminar algunos enemigos a distancia y con total seguridad. Con todo esto, al principio nos puede costar adaptarnos como movernos por la ciudad. Recordar que hablamos de un ordenador de los 80, con la típica configuración de teclado O,P,Q,A para desplazarnos. Una vez que nos hacemos con el funcionamiento del mismo, el juego se convierte en un auténtico disfrute. Su dificultad está bien medida, disponemos de un mapeado amplio y uno de los principales problemas es encontrar munición (sobre todo si le pillamos el gusto a eso de apretar el gatillo). Si nos quedamos sin ella, Kersey nos mirará haciendo un gesto con sus manos de que no tiene nada que usar. Una lástima que no use sus puños. Hablemos un poco de sus aspectos técnicos. Gráficamente nos encontramos con unos personajes muy bien diferenciados, basta con fijarse que Kersey es bastante reconocible (e incluso tiene en su rostro el bigote de Bronson). Unos fondos muy sencillos (pero que le da una buena ambientación) que por las razones de la época se suelen repetir y con una calidad de colores bastante escasa. En cuanto a la jugabilidad, los movimientos de los personajes son muy suaves  y muy logrados pero por contra nuestro personaje solo se podrá desplazar lateralmente, pero no tenemos opciones de hacer otro tipo de movimientos como agacharnos o de saltar.

Comentar que en la parte sonora, durante nuestra partida tendremos una melodía sencilla y machacona que nos acompañará, en cuanto a los sonidos son variados, cierto casi todos suenan a pedorretas pero bastante logradas.

Death Wish 3 tuve la oportunidad de disfrutarlo en mi MSX-2 en los 80 (y comienzos de los 90). Lástima que se trataba de una versión de Spectrum con lo cual no aprovechaba al 100% las posibilidades del equipo. Pero su tono violento, se salía de lo habitual de época y hacía que fuese muy disfrutable. Y es que en esta ocasión la Cannon no podía defraudar. Como curiosidad, los propietarios del juego nunca tuvieron interés en renovar los derechos de copyright, el juego es de dominio público.

FICHA TÉCNICA

Título original: Death Wish 3 Compañia: Gremlin Interactive Plataforma: Sinclair ZX Spectrum, Commodore 64, MSX, Amstrad CPC Diseñadores: Ben Daglish, Shaun Hollingworth, Chris Kerry, Peter Harrap Fecha de lanzamiento: 9 de septiembre de 1986