Dar cera, pulir cera

Los viernes por la noche en los 80, era cuando por televisión caía algún que otro estreno importante. Recuerdo un viernes que pude ver, la historia de un chico que llegaba a una nueva ciudad. Era ninguneado en el instituto, se ligaba a una chica guapa y un señor japones que tenía mucha gracia, le enseñaba karate. Y para redondear el filme, terminaba ganando al malo que le había hecho la vida imposible, en un torneo de artes marciales con una de esas patadas que marcó a una generación. Estamos hablando de Karate Kid, aprovechando del estreno de la serie Cobra Kai para hablar de ella.

Al día siguiente, porque los sábados también se iba al colegio, con los compañeros de clase comentábamos los mejores momentos. Que si lo de “dar cera, pulir cera”, la escena del parque acuático, el disfraz que llevaba Daniel de ducha en el baile, los malos disfrazados de esqueleto, el entrenador del malo que lo había visto en Rambo y lo mejor de todo, descubríamos que había  secuelas.

 

El karate tiene dos reglas. Primera: El karate sólo sirve para defenderse – ¿Cuál es la segunda? – Aprender bien la primera.

 

John G. Avildsen, director de Rocky, estaba buscando otro tipo de deporte para llevar al cine. Los 80 fue la década de las artes marciales, y el karate era de los más populares. A partir de un guión de Robert Mark Kamen (futuro colaborador de Luc Besson, con títulos como El quinto elemento, Venganza, Colombiana), contó con Ralph Macchio (visto en Rebeldes de Francis Ford Coppola) como Daniel Larruso, Pat Morita era el señor Miyagi (personaje que ya iría ligado a toda su carrera), Elisabeth Shue (se convirtió en la novia por excelencia de los 80), William Zabka era el malote Johnny Lawrence y Martin Kove era Kreese, su malvado sensei. Como curiosidad aparece entre los amigos del villano, Chad McQueen, hijo del legendario Steve McQueen. La banda sonora fue compuesta por Bill Conti, con el que Avildsen trabajó en Rocky.

Karate Kid (El momento de la verdad) se estreno un 22 de junio de 1984 en nuestro país. Fue todo un éxito inmediato, con 90 millones de dólares en taquilla. Pat Morita obtuvo una nominación al Oscar como mejor actor secundario. Por supuesto los ejecutivos del estudio estaban tan contentos que dieron luz verde a una secuela. Avieldsen no quiso perder la oportunidad como le sucedió con las secuelas de Rocky con lo que repetiría en la silla de director.

 

 

Secuelas: Una de cal y otra de arena.

Dos años más tarde se estrena Karate Kid II, la historia continúa. En esta secuela Daniel y el señor Miyagi viajan hasta Japón, donde conoceremos más sobre el pasado del simpático maestro. Daniel tendría la oportunidad de coquetear con una joven local, mientras que es continuamente acosado por Chozen (Yuji Okumoto), un tipo que le hace la vida imposible y este es el gran problema que tiene esta secuela. Da igual la situación donde vaya nuestro protagonista, el villano aparecerá en todos los lados. Si se hubiera fichado al menos a otros actores como villanos secundarios, hubiera quedado algo mejor, la cinta. También chocaba el cambio tan brusco en la historia y la desaparición de ciertos personajes de la anterior, como el de Elisabeth Shue. A pesar de eso, la cinta contenía momentos llamativos como el enfrentamiento de Miyagi contra Kreese, Daniel rompiendo bloques de hielo y el combate final contra Chozen donde se juega algo más que un título, todo acompañado de nuevo por la banda sonora de Conti. El público respondió muy bien, a tenor de los 115 millones que recaudó solo en USA y en líneas generales era una buena secuela.

Terminamos los 80, en 1989 fue un año donde se estrenaron títulos como Batman de Tim Burton o la tercera entrega de Indiana Jones ¿Fue una buena decisión estrenar Karate Kid III. El desafío final ese año? Vamos a verlo.

Para el que escribe este artículo, esta entrega es sin duda la más floja de la trilogía original. En ella, se centraba de nuevo en los Cobra Kai, Martin Kove retomaba su papel de Kreese. Tras su fracaso en el campeonato de karate, además de golpear a todos sus alumnos y ser apalizado por el señor Miyagi recurre Terry, un antiguo compañero de armas (interpretado por el casi debutante Thomas Ian Griffin ataviado con un look muy Steven Seagal). Éste es un tipo con dinero y con mucho tiempo libre, no se le ocurre otra cosa que ayudar a su amigo, para volver a abrir el dojo de los Cobra kai y vengarse del señor Miyagi a lo Star Wars, llevando a Daniel al lado oscuro, o sea que sea entrenado por el mismo Terry.

 

La cinta tiene muchos problemas, como de continuidad (básicamente se olvidan de la anterior entrega en un par de líneas), Daniel no para de ser un llorica (¿No ha tenido ya dos filmes previos para cuidarse el solito?), tiene un malo de pacotilla (insisto en que Terry es un sobreactuado imitador de Steven Seagal), Daniel no tiene ni siquiera interés amoroso (la chica que aparece en la historia desaparece a mitad del filme). Además volvíamos a repetir el tema torneo, sólo con un combate (por una nueva regla que el campeón de la edición anterior va directo a la final para defender el título) y por si fuera poco despropósito, la técnica especial para ganar se trataba de un barrido, si ya resultaba chirriante la técnica del tambor de la segunda está ya era cuanto menos ridícula. Resultado, un fracaso en taquilla, apenas ni 40 millones. John G. Avildsen se fue a rodar la quinta entrega de Rocky. Con lo que las aventuras de Daniel y el señor Miyagi llegaron a su fin ¿o no?

 

Patadas animadas

Ese mismo año 89 se estrenó en la pequeña pantalla, The Karate Kid. Una serie de animación inspirada en las películas, que tenía un tono muy aventurero. En ella Daniel y Miyagi junto con Taki, una joven japonesa, recorrían el mundo para recuperar un legendario talismán que otorgaba poderes a su poseedor. Morita participó en el proyecto (aunque fue Robert Ito quien le puso su voz a Miyagi) pero la serie de 13 episodios no paso de su primera temporada.

 

 

Spin-off con una chica de Oscar

En verano 1994, el director de Arma Joven o El rector, Christopher Cain, fue el encargado de este spin-off titulado El nuevo Karate Kid. En esta ocasión nos encontrábamos con una jovencita Hilary Swank como protagonista, acosada por los malos de turno, con Michael Ironside como el villano del cartel, sería la nueva alumna del señor Miyagi. Una cinta anodina, que no gusto a nadie siendo la que menos recaudó (15 millones en todo el mundo). Tendríamos que esperar años después para que Swank se realzará como la estupenda interprete que es con Boys don’t cry mientras que la figura de Pat Morita quedaba relegada a hacer cameos en series y filmes, mientras que los espectadores cada lo veían seguían reconociéndolo como el señor Miyagi.

Remake totalmente prohibido

Verano del 2010, Will Smith está empeñado en convertir en estrella a su hijo Jaden. Tras las buenas críticas recibidas por En busca de la felicidad, Smith compra los derechos de la saga y se estrena este remake. Se le intentó dar un lavado de cara, e incluso lo más absurdo todo es que el protagonista no práctica karate sino kung fu.

Para darle un aire más moderno, se cambió los Estados Unidos por China, y el nuevo señor Miyagi (en esta ocasión señor Han) es interpretado por el legendario Jackie Chan. La cinta a pesar de las polémicas por parte de los fans de la cinta original, funcionó muy bien (360 millones de dólares en todo el mundo), aunque todos tachaban que el vástago de Smith dejaba mucho que desear.

 

Las Cobras atacan de nuevo

Durante una temporada se habló de hacer una secuela del remake, pero ni Chan ni Smith estaban libres para ello. En 2017, Youtube red anuncia que va a continuar la historia original, con la serie  Cobra Kai, ya centrada en los personajes de Johnny Lawrence y Daniel Larruso. De nuevo en el reparto con William Zapka (éste recuperó cierta fama, gracias a su aparición en Cómo conocí a vuestra madre) y Ralph Machio, ambos actores ejercen además de productores.

En ella nos encontramos con un Johnny Lawrence que ha tocado fondo en su vida. Sin trabajo, divorciado y con un hijo que apenas ve mientras que su eterno rival, Daniel Larruso, la vida le ha sonreido, teniendo un éxito como dueño de una cadena de concesionarios de coches. La única salida para Johnny es pasar de ser alumno a convertirse en sensei de Cobra Kai.

En esta primera temporada de 10 episodios (de los cuales los dos primeros se pueden ver gratis por la famosa plataforma digital), viene plagada de guiños a la saga y que continua la historia de Karate Kid. Había cierta incertidumbre con el producto, pero los fans han quedado más que contentos con el resultado, ya se ha anunciado una segunda temporada.

Y con esto terminamos nuestro repaso a esta de los 80 ¿Cual erá vuestro título preferido? ¿Hicisteis alguna vez la famosa patada de la grulla? ¿Cuantas veces dijisteis eso de Dar cera…?

By: Agustín Lara (Amigos del Cine) director de la web Adicine.