El 20 de agosto de 1987 llegaba a nuestras pantallas un nuevo monstruo alienígena, Depredador. Creado por los debutantes Jim y John Thomas, tuvieron la idea de crearlo basándose sobre un posible rival de Rocky tras su cuarta entrega, donde medio Hollywood bromeaba que sería un extraterrestre.
El guión de The Hunter (que luego pasaría a llamarse Depredador), sería llevado a cabo por un director semidesconocido llamado John McTiernan. Lejos de ser reconocido por todo el mundo por ser el director de Jungla de Cristal, McTiernan solo tenía en su haber un pequeño y raro filme llamado Nómadas protagonizado por Pierce Brosnan (que en aquella época triunfaba con Remington Steele).
En la producción se encontraba Joel Silver, uno de los máximos popes dentro del género de la acción en los 80. Éste quería contar con McTiernan para otro de sus proyectos, Commando, pero el director declinó la oferta y se intereso por este otro proyecto que mezclaba acción, terror y ciencia ficción.
Ahora 31 años después se ha estrenado en nuestras pantallas una nueva entrega protagonizada por el famoso alienígena. En la dirección está Shane Black, que interpretó a Hawkins en la original (el gafotas que contaba los chistes malos). Ahora no solo dirige (entre otras ha realizado la no bien vista tercera entrega de Iron Man o Kiss, Kiss, Bang, Bang) sino que escribe (Black fue el guionista de Arma Letal o Memoria Letal) esta historia junto a otro nombre muy ochentero como es Fred Dekker, director de Una pandilla alucinante o la mediocre Robocop 3.
LA trama
Un predator renegado llega a la Tierra con una misteriosa misión, pero durante el aterrizaje es apresado por el gobierno americano. Un militar que presenció el hecho, se hizo con algunas armas del cazador alienígena para que no piensen que está loco y las envían a su ciudad natal. Mientras el alienígena intenta huir, nuestro protagonista humano se acaba de unir a un particular grupo de militares renegados que parecen ser los únicos que pueden pararle los pies.
análisis
Tras las malas críticas recibidas por parte de la prensa especializada y por un público más interesado en despellejar cualquier cosa por las redes sociales, antes que de disfrutar de una película que no han visto todavía, me disponía a ver esta nueva entrega de Predator en la pasada Fiesta del cine.
Con todo lo dicho, mis expectativas ante lo nuevo de Shane Black se habían quedado algo dispersas. Lo primero que tengo que comentar que me encanta toda su filmografía como director, aunque no sea muy extensa. Pero he disfrutado de los filmes anteriormente mencionados además de la muy recomendable Dos buenos tipos con Russell Crowe y Ryan Gosling.
¿Qué es lo que nos encontramos en esta nueva película
Black ha recogido todas las ideas del universo Depredador, lo ha ampliado y le ha aplicado sus propias reglas, con su habitual sentido del humor, diálogos rápidos y situaciones vibrantes. Si bien es cierto que la historia no es nada original. En ocasiones llega a parodiar al personaje y en otras le rinde un claro homenaje al filme de McTiernan.
Eso al espectador de hoy en día, que está acostumbrado a que se lo den todo mascadito le habrá chocado. Además que argumentalmente apenas den explicaciones que las cosas sucedan porque sí.
Con lo que Predator hubiera sido una genial secuela de la original si la hubiera estrenado en plenos años 80 pero que hoy parece que le cueste encontrar su público.
En cuanto a su reparto, se trata de un filme totalmente coral, donde el protagonismo está bien repartido entre los diferentes personajes que pululan por la historia. Todo ellos más cercanos al cómic o a la serie B (repetimos esta el señor Fred Dekker detrás del guión) todos tiene su momento para lucirse y hacernos reír. Llama mucho la atención la pareja formada por Thomas Jane y Keegan-Michael Key, el personaje aguerrido de Olivia Munn que a pesar de ser una científica, a la primera de cambio se liar a tiros aunque no nos explican nada de ellos ¿Eso es un fallo? Para los tiempos que corren si, incluso algunos apuntarían a que es un delito a su honor, pero repito mentalidad de los 80.
En cuanto al resto de la producción. Los efectos especiales cumplen justitos (no estamos hablando de una producción de más de 100 millones de dólares). La música compuesta por Henry Jackman, nos hace (salvo en un par de cortes) retrotraernos a la magnífica banda sonora de Alan Silvestri. En cuanto a la dirección de Black solo le podríamos poner un pego, en cuanto a las escenas de acción que tendría que dar más dinamismo.
Con todo lo dicho, Predator es una buena secuela de la original, siempre que uno acepte las reglas que nos presenta.
curiosidades
FICHA TÉCNICA
Título original: The Predator
Año: 2018
Duración: 101 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Shane Black
Guion: Shane Black, Fred Dekker (Personaje: Jim Thomas, John Thomas)
Música: Henry Jackman
Fotografía: Larry Fong
Reparto: Boyd Holbrook, Olivia Munn, Trevante Rhodes, Sterling K. Brown, Jacob Tremblay, Jake Busey, Yvonne Strahovski, Thomas Jane, Keegan-Michael Key, Kyle Strauts, Alfie Allen, Niall Matter, Paul Lazenby, Crystal Mudry, Devielle Johnson, Augusto Aguilera, Andrew Jenkins, Dean Redman, Rhys Williams, Steve Wilder
Productora: 20th Century Fox / Davis Entertainment / TSG Entertainment / Canada Film Capital / Dark Castle Entertainment
Género: Acción, Aventuras, Ciencia ficción