De sobra sabéis que si por algo se caracteriza este programa es por no seleccionar películas del cine de los 80 demasiado obvias. Hay un cine generacional que nos importa y que queremos redescubrir para vosotros, para que recordéis qué es lo que realmente había en nuestra época y no lo que nos venden ahora como si fuera de nuestra época. El concepto de los 80, ochentero y videoclub comienza a estar muy idealizado y lo que es más terrible, a formar parte de una moda que se adopta como un patrón de tendencias comportamentales que solo son un sucedáneo de lo que realmente vivimos todos nosotros en esa grandiosa década. Vuelven a llevarse las chicas con los pantalones de cintura alta, los zapatos de frankenstein, las zapatillas de deporte, el vinilo, es supermolón hablar continuamente de la productora Cannon, e incluso los grupos musicales vuelven a sacar sus singles en cintas de casete.
¿Pero qué está pasando? ¿Estamos intentando hacer negocio o fama del recuerdo? Muchos no recuerdan que las clases en el colegio estaban masificadas, que tus padres pasaban en muchas ocasiones de ti, que los coches no tenían cinturón de seguridad, que los juguetes solo llegaban para Reyes Magos, que no había psicólogos para los fracasados en el colegio, que los gorditos no estaban tan bien considerados como ahora que se llaman frikis, que los afeminados eran carne de cañón, que el SIDA está en apogeo, que las frases incorrectas no se castigaban, que los veranos dormíamos por narices las siestas, que no había casi ninguna videoconsola y que las pilas del walkman se gastaban muy pronto. Todo un conjunto de desafortunadas cosas, que pensándolo bien, no eran tan malas y nos hacían crecer más fuertes, ítems que pertenecieron a los 80 y no forman parte de la nueva moda.
Y por eso, por todo lo dicho, nosotros seguimos ofreciendo en el cine que seleccionamos cada semana, el verdadero arte que hay en la forma de vida de nuestra época, y lejos de analizar titulazos desprovistos de verdaderas costumbres y cargados de mitología, esta semana hemos decidido hablar de una película que de una forma u otra ha pasado por la vida de todos los que vivimos esta época porque en la radio de la cocina, en el transistor de la abuela, en el coche de tu padre y en la droguería donde comprabas la legía, siempre sonaba de fondo un grupo español que estaba de moda, “Hombres G”. Un grupo que fue la delicia de muchos y la pesadilla de otros, pero uno de los pocos grupos que llegó a realizar dos películas basadas en su biografía y sus canciones.
Vale vale, ya sabemos que la película de la semana “Sufre Mamón” no es una gran película, hablando en términos fílmicos, y que tampoco son unas grandes interpretaciones las que podemos ver, pero si podemos ver un telón de trasfondo en clave irónica que solo sabía su director, Manuel Summers, hacer de forma tan magistral. La búsqueda de identidad de unos supuestos chicos adolescentes que cursaban COU era un dilema que todavía los psicólogos en los 80 no se habían planteado seriamente, cualquier causa que propiciara ser un día un punk, al día siguiente un rocker y al día siguiente un pijo solo podía ser explicado por los cambios hormonales, las amistades y ambientes en los que los jóvenes se movían, nada más lejos de futuras teorías ya más perfeccionadas. Pero todo esto se unía con unos cuantos problemas sociales de la época que a día de hoy, a pesar de haber transcurrido 30 años, todavía no se han solucionado. Se trata del machismo y la división de España en clases sociales. Esta película está marcada por un palpable mal trato hacia las mujeres que se usa de forma desmesurada y grotesca pero que se deja ver perfectamente. Por otro lado distingue muy bien entre clases sociales como son los pijos y los no pijos prácticamente, otra de esas cuestiones que ha día de hoy no han desaparecido. Por supuesto es una película musical, con varias interpretaciones de sus protagonistas y con un guión de temática muy muy simple, pero bien desarrollado, una especie de biopic que se convierte en líder de taquilla en España el año de su estreno. Con todo esto nos sobraban los motivos para intentar acercaros mediante este programa a uno de los reflejos filmográficos de los ambientes más reales que existían en los 80 de la piel de toro y por donde discurrían el hombre y la mujer ibérica, parques, bares, institutos, salas, locales, movida, vestimenta, peinados, vocabulario y un largo etc. que hemos intentado analizar a través de nuestros propios casos reales y vivencias que al fin y al cabo se parecían mucho a las que sufrían los personajes de esta película. Por supuesto todo en clave de humor, desenfadado, irónico, para todas las clases sociales y políticas, para todas las opiniones y conceptos y sobre todo para todos los que vivieron en los ochenta y no les importa volver a hablar realmente de ellos.Pero bueno, no hay que olvidar, que si os gustaba la música de estos señores llamados Hombres G, en el programa gozamos de la participación de un gran grupo de versiones de canciones de los 80. Los “80ytantos”,(Juande, Fernando, Ferdi y David) actuaron en directo con cuatro temas en el estudio de Cadena SER Jaén, dos de Hombres G, Sufre Mamón y Marta tiene un Marcapasos, La chica de ayer de Nacha Pop y Mediterraneo de los Rebeldes, fue todo un lujo para este programa. También nos acompañó Manu Nicas, un ochentero de los que amaban los ochenta cuando no estaban de moda, acérrimo seguidor del grupo madrileño y que nos descubrió bastantes cosas de esta película. Por supuesto también estuvo nuestro Oso Panda Rafael Teruel y sus chascarrillos, nuestro último agresivo y desmarcador fichaje delantero Juanjo López (Melón Tajá en Mano) con su atrevida sección “8que80”, Almudena Moreno, una chica morena y garbosa con el cutis como los pétalos de rosa y su sección “El Remake Prohibido” y la dirección y presentación de Juan Pablo Videoclubsero.