“La maldad es un montón de estiércol: cada uno sube a su propio montón y desde él habla de los demás.”

En este programa nos reunimos por fin todo el equipo. Nadie quería perderse la ocasión de alcanzar el éxito y la fama, aunque no todos estamos dispuestos a pagar el mismo precio por ello.

Nos sentamos en torno a una mesa circular, dibujamos ciertas líneas de poder con kétchup bajo ella (nos da grima sacrificar una gallina), invocando la protección de algún loa que nos quiera iluminar, bailoteamos descompasadamente al ritmo de un tambor de imitación de piel de oveja, arrojamos sal sobre nuestros hombros y nos desnudamos, salpicando nuestros cuerpos de agua y colorante alimenticio.

Y todo ello para hablar de El Corazón del Ángel, película de 1987 dirigida por Alan Parker y basada en la novela de William Hjortsberg. Un film que es una hábil mezcla de thriller policíaco y terror sobrenatural, que gira sobre sí mismo como las aspas de un ventilador, que sube y baja en ritmo e intensidad como un macabro ascensor que parece no detenerse nunca, que te resuena en partes oscuras del alma como lo hace la música del mismísimo diablo.

El equipo habitual de Remake ponemos el aire acondicionado para refrescarnos las ideas, que falta nos hace, y analizamos las diferencias entre el libro y la película, recorremos la trayectoria del gran A. Parker, hablamos sobre religión y vudú, despedazamos la carrera de Mickey Rourke, de De Niro y de Lisa Bonet, nos recreamos en el simbolismo y mensajes ocultos que encierra esta historia, hablamos detalles de la producción, del color, de la música, mencionamos otros músicos y otras películas donde pactar con el diablo es sinónimo de éxito y muerte, comparamos a Harry Angel con Edipo Rey, el coro griego con unos ventiladores escacharrados, disertamos sobre crisis de identidad y espejos que te devuelven la mirada, sobre corazones arrancados y pechos sudorosos, intentamos responder a las dudas de nuestro millenial y desbarramos como de costumbre por todos los parajes olvidados de los 80, descendiendo a los infiernos del cine para traeros un poco de entretenimiento y buenos ratos. A cambio no pedimos vuestra alma, sino sólo un rato de vuestro tiempo. Que no es menos importante.

Controlando para que no acabáramos en una orgía de sangre y autodestrucción, contamos con la ayuda de Rocío Ábalos, nuestra mambo particular, que repite experiencia tras acompañarnos en El Caballero del Dragón.

Esperemos que os guste la experiencia y nos acompañéis en este viaje al infierno del alma humana.