Posiblemente, después de ver esta película y escuchar el podcast, nunca más quieras volver a subir en uno……………….

Un ascensor controlado por un biochip de última tecnología, desarrolla voluntad propia y ansias de matar debido a un fallo inesperado. A priori parece una premisa absurda, sin base alguna, pero si echamos mano algunos de los argumentos del cine de terror, veremos que peores premisas nos han proporcionado alguna de las mejores historias creadas en el cine. No sabemos si cuando Stephen King escribió “El Resplandor”  donde contaba la historia de un hotel asesino, o “It” historia protagonizada con un payaso con un globo, le dijeron eso de que su historia tenía una premisa absurda, o si al mismísimo Steven Spielberg le dijeron los mismo sobre “El Diablo Sobre Ruedas”. Lo que sí sabemos es que cualquier tema, si está bien contada y desarrollada, puede ser del interés del espectador.

En este episodio de “Mis Terrores Favoritos”, volvemos a pediros que hagáis un ejercicio de memoria, os dirijáis a la estantería olvidada de serie B del videoclub de los 80 y volváis a alquilar “El ascensor” (The Lift),  película del año 1983, estrenada en todo el mundo pero que gozó de su mejores momentos en el videoclub. Esta película se creó con unas claras intenciones dirigidas al mercado de USA, como la mayoría del cine de terror europeo que se hacía desde los años 70. Fue filmada íntegramente en Holanda con un presupuesto que no llegó a los 490,000 dólares. Fue dirigida por Dick Maas, un director, guionista, productor y compositor holandés del que poco se conoce, esta película y “los Flooders”(1986),  pero que sin embargo no ha dejado nunca de trabajar. La protagoniza Hup Steepel, otro de esos actores desconocidos que aquí interpreta  a un mecánico ascensorista con dotes de Sherlock Holmes, pero sin duda la estrella es el ascensor, un metapersonaje, con muy malas pulgas, inteligencia artificial y un gran espíritu de venganza por el mal uso posesivo que siempre  ha hecho el humano de él, toda una metáfora del uso de los avances en la tecnología, o de la clase social oprimida, o de las personas sometidas o simplemente una buena excusa creativa para el terror, suspense y algo de sangre.

A pesar de ciertas lagunas y derivas en el guión y el uso a destiempo de la comedia, la película goza de un tono en general que aguanta perfectamente la tensión e incertidumbre de la trama hasta el final de la misma, convirtiendo a este ascensor en todo un devorador y un personaje cien por cien inquietante. Por todo ello, el equipo de este programa, Javi García, Carlos Aceituno y Juan Pablo Videoclubsero, hemos creído que era interesante rescatar esta película y dedicar un buen rato delante de los micros, a un tipo de cine que existió y existe aunque no lo veamos, y del cual también se puede disfrutar.