No es que a nosotros nos guste hablar de politica, el deporte o la Religión, ni que nos guste tratar temas candentes y espinosos que puedan sugerir mil tipos diferentes de interpretaciones que incluso puedan llegar herir la sensibilidad de aquellos declarados de un sector u otro. Pero si nos gusta hablar de cine, de películas y los atrevidos directores que han sido los encargados de tocar alguno de estos temas, al fin y al cabo son los que han gozado de la oportunidad de enseñarlos, no sin obviar sus propias creencias desde postulados históricos, científicos, personales o teológicos.
Y es que efectivamente de creencias va hoy el tema, en un momento social y cultural donde la religión es discutible desde los colegios hasta las butacas del parlamento con incondicionales postulados extremos hacia el SI o NO sin punto medio, nos permitimos decir en lo que se debería creer o no creer sin llegar a plantearnos en lo que creemos nosotros mismos y lo que es mas importante, si creemos en nosotros mismo. Si nos surgen dudas no vamos a parar a resolverlas, vamos a asignárselas a factores externos porque para sobrevivir en este mundo tenemos que estar muy seguros de nosotros aunque no lleguemos nunca a creer en lo que hacemos.
Este ha sido un programa duro, donde inevitablemente hemos saltado continuamente de la temática religiosa a la cinéfila que al fin y al cabo es otra fervorosa religión. Pero también ha sido un programa muy interesante con diferentes puntos de vista de los contertulios, un luterano, un no creyente, un cristiano y un sacerdote católico que bajo el más extremo respeto han compartido opiniones y debate, han mostrado sus creencias y puntos de vista humanos bajo el amparo de una película que en su día fue fuertemente castigada debido al punto tan extremo en el que Scorsese se apoyaba para mostrarnos su más fervorosa religión en un compendio de cine y creencia.
Nos hemos juntado para realizar este programa el Padre José María (Páter), Rafael Teruel, Xavi Soler y Juan Pablo videoclubsero, para tratar esa interesante cara opuesta del cine de videoclub que también existía en los 80, un cine adelantado a nuestros tiempos que nos hacía pensar cuando todavía no sabíamos ni pensar por nosotros mismos.